Hay veces en las que situaciones cotidianas hacen reflexionar sobre uno mismo y cómo afrontamos el día a día, tanto en lo personal como en lo laboral.
Incapaces de centrarnos en una sola cosa
Hace unas semanas iba viajando en AVE de vuelta de Madrid y me fijé en una chica que iba sentada delante de mí.
La chica iba viendo en su tablet un capítulo de ‘The walking dead’ y mientras lo veía, estaba jugando al candy crush en el móvil.
Me dio tanto que pensar, que hasta escribí la idea en las notas del móvil para un futuro post: la velocidad y las personas.
El mundo va a tal velocidad que ya no somos capaces de estar viendo una serie tranquilamente sin hacer nada más. Continuamente necesitamos otro estímulo que nos entretenga del entretenimiento. Es increíble, y lo peor es que a mí me pasa exactamente lo mismo que a esa chica, y supongo que a ti puede que también te pase.
Pero me gustaría ir un poco más allá, y extrapolar esta reflexión al día a día en el trabajo.
¿No te da la sensación muchas veces de que acaba el día y no has hecho nada? ¿No te da la impresión de que muchas veces lo que más cuenta es la cantidad de tareas que saques y no cuáles sean o la calidad que tengan?
La rutina nos come
Yo cada mañana planifico el trabajo que me gustaría hacer en el día, y muchas veces acaba la jornada y no he hecho nada de la lista, sin embargo estoy agotada de todo lo que he hecho. ¿Qué está pasando aquí?
Encadenamos reuniones, tareas, despliegues, etc. unos detrás de otros por temor a bajar el ritmo. El día a día a veces nos come y solo somos capaces de mirar el ahora, el presente, como los caballos a los que les ponen en los ojos esos chismes para que se centren… ¿Queremos ser caballos?
En esta vorágine que es la gestión de proyectos, ¿quién se para a pensar en el Producto?, ¿quién se para a pensar hacia dónde va la cuenta o incluso el equipo?, ¿quién hace pensar al cliente?.
O más bien, ¿de dónde sacamos el tiempo para hacerlo con márgenes económicos, exigencias de fechas de entrega y estadísticas de velocidad persiguiéndonos?
MÁTAME CAMIÓN
No dejes que las nubes te impidan ver el sol
El otro día en clase de inglés, hablando de roles de gestión, me preguntó la profesora que cuál era mi papel en un proyecto, y lo que le dije me sorprendió hasta a mí misma xD
Le dije que mi papel es ser capaz de dar un paso atrás y ver la “big picture”, la foto global del proyecto y hacerme siempre las preguntas de: por qué estamos haciendo esto, para qué y para quién lo estamos haciendo y si habría una forma mejor de hacerlo.
Toda esta pechá de texto es para decirte que no pierdas el foco. Por muchas peticiones locas que haga el cliente y por muchas reuniones, emails o temas urgentes que tengas que resolver para YA, es necesario disfrutar de la serie y silenciar el teléfono para poder pensar.
Espero que te haya gustado y siéntete libre de comentar y/o compartirlo donde quieras.
Gracias por leerme 🙂
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