Estoy escribiendo en la sala de rehabilitación mientras me ponen unos electrodos de esos que vibran en el cuello… ¿Y qué mejor forma de matar el tiempo que haciendo un post?

¡Qué gran tema te traigo hoy!  El complejo de mamá pato, ¿lo has sufrido alguna vez? 

¿Pero qué es eso, Bea?

Pues es cuando trabajas en equipo y quieres controlarlo todo tanto y anticiparte a lo que pueda pasar, que no dejas a los demás que piensen…

Las mamás pato tienen muy buena intención y todo lo hacen por el bien del proyecto y del equipo. Aunque en el corto plazo la sensación sea de éxito y progreso, las consecuencias del mamapatismo a largo plazo pueden ser bastante negativas.

Una de las principales repercusiones que tiene este complejo es la ‘patodependencia’ que se genera hacia la mamá, que ha sido siempre la que les ha marcado las pautas a los patitos. Esto provoca que cuando ella no está, los patitos se quedan sin saber qué hacer, dando vueltas modo John Travolta…

¿Como saber si soy una mamá pato?

Seguro que ahora te estás preguntando si tú haces eso o si te hacen eso a ti, ¿verdad? Esta noche no duermes…

Algunas señales de mamapatismo pueden ser las siguientes:

• Asignas las tareas y organizas el trabajo del equipo sin dejarles espacio para que hablen y lo acuerden entre ellos.
• Defines todo al detalle, no solo funcionalmente, sino ya dando la solución técnica sin dejar que la encuentren ellos solos.
• Pones mil notas y párrafos en rojo con lo que tienen que tener cuidado. Un poco de previsión está bien, pero el equipo tiene que saber anticiparse por sí mismo a los riesgos.
• Haces tareas que deberían hacer ellos con el fin de ayudarles. De esta forma les malacostumbras y provocas que crean que no son su responsabilidad.
• Les mantienes al margen de las decisiones importantes y las tomas tú por ellos, porque tú sabes más que nadie lo que es mejor para ellos.
• Creas a su alrededor una red protectora invisible que hace que se sientan tan a gustito que no puedan trabajar con ninguna otra mamá o papá pato, porque tu forma de hacerlo es la mejor.

¿Cómo superar esta PATOlogía?

(Lo siento, tenia que hacer el chiste xD)

¿Has descubierto que eres una mamá pato? No te preocupes que todo tiene arreglo. Hay algunas cosas que puedes hacer para quitarte de encima a esta ave tan molesta:

• Haz preguntas para conseguir que lleguen ellos solos a la conclusión que tú quieres, hasta que poco a poco ya no haga falta que hagas esas preguntas porque se las harán por sí mismos.
• Aunque tengas la respuesta y sepas hacia dónde quieres ir, sé paciente y déjales que piensen qué creen ellos que es mejor.
• Deja margen para el error, al final equivocándonos es cómo aprendemos. Seguro que si ellos meten la pata (nunca mejor dicho) será más fácil que recuerden la próxima vez lo que paso y que no vuelvan a repetir ese error.
• Ten clara cuál es tu responsabilidad y la suya y házselo saber. Como equipo podéis ayudaros puntualmente, pero cada uno tiene su función y su trabajo dentro del equipo.
• Aunque creas que tu forma de hacer las cosas es la más adecuada, déjales que experimenten y que ellos lo hagan a su manera. Si al final tú forma es la mejor, se acabará viendo, pero lo decidirán conscientemente habiendo podido comparar.
• Anímales a que salgan del nido y que conozcan otras formas de trabajar. No hay nada peor que el desconocimiento, que nos hace depender de lo conocido y consigue que nos acomodemos.

Muchas veces, sobre todo en proyectos de larga duración, estás tan metida en tu equipo, tu proyecto y tu forma de hacer las cosas, que entras en una espiral autodestructiva de la que no te das cuenta hasta que sales.

Llegados a este punto, tengo que hacer una confesión:

Hola soy Bea, y soy una mamá pato en rehabilitación. Voy a montar un club: MPA (Mamás Pato anónimos xD)

Y bueno, nadie ha dicho que sea fácil dejar el mamapatismo atrás, pero es posible hacerlo, creéme.

Espero que te haya gustado y siéntete libre de comentar y/o compartirlo donde quieras.

Gracias por leerme 🙂