No sé si tú también lo haces (seguramente no, porque yo soy psicótica xD), pero cuando veo un contenido interesante que me da alguna idea para reflexionar más tarde o escribir algo sobre ello, me lo mando por mail. El resultado es que tengo la bandeja de entrada llena de correos de mí a mí misma, sin asunto ni nada más que un enlace a algún vídeo o artículo.
Así que el otro día, haciendo limpieza de los mensajes de la Bea del pasado, encontré un enlace de Linkedin a una fascinante TED Talk de Darria Long, una doctora de urgencias que comparte un método simple pero efectivo para manejar el estrés. Su enfoque es tan práctico y directo que sentí la necesidad de compartirlo contigo, por si te ayuda como a mí.
Hay una frase que siempre digo para intentar relativizar las cosas: “No operamos a corazón abierto”, eso sí que es una movida y no que se haya retrasado un poco una entrega, seamos conscientes de lo que es realmente importante. Esta idea, junto con el testimonio de mi compi Javi, que me contó que su padre trabajaba en urgencias, donde vivía cosas realmente extremas y luego llegaba a casa sabiendo desconectar, me acompañan en mi día a día y me ayudan a discernir lo que es una simple herida de un colapso total.
Te recomiendo que veas el vídeo porque no tiene desperdicio, pero te resumo aquí los tres pasos clave que propone para domar el estrés, inspirados en su experiencia en la sala de urgencias:
Priorizar y relativiza: Haz triaje
No podemos reaccionar de la misma forma a todos los problemas a los que nos enfrentamos, ni gestionarlos todos a la vez, porque no todos tienen la misma importancia.
Si cualquier cosa que ocurra nos la tomamos como que es el fin del mundo, no vamos a poder centrarnos en lo que es realmente importante. Por eso, es importante priorizar y ver cuál es el primer problema o tarea que hay que trabajar y cuáles pueden esperar.
Planificación anticipada: Prepárate para la locura
La Dra. Long sugiere que debemos anticiparnos a las situaciones estresantes y planificar cómo responderemos. Este paso, al que llama «dosis de realidad», implica aceptar que algunas cosas simplemente no están bajo nuestro control. Por ejemplo, si sabemos que un lunes por la mañana será agitado, prepararnos mental y físicamente el domingo por la noche puede marcar una gran diferencia. La clave es ser realistas y preparar un plan de acción práctico y alcanzable.
También ayuda intentar tomar las menos decisiones posibles, es decir, que automatices y programes al máximo para que tu energía se pueda centrar en resolver. Por ejemplo, si tienes media hora entre reuniones y no planificas qué hacer, vas a pasarte la media hora pensando en qué tarea coger primero. Sin embargo, si ya llevas eso pensado antes de empezar el día, vas del tirón a por la tarea y optimizas mucho más el tiempo.
Si te preparas para la locura, ya no será locura nunca más.
Pon foco en lo importante: Sal de tu cabeza
Finalmente, la Dra. Long habla sobre cómo debemos huir de los pensamientos negativos e intrusivos que hacen que pienses que no eres capaz de hacerlo. Tienes que focalizarte en lo que es importante, en el problema y en cómo resolverlo orque eres el único que puede hacerlo, y dejar tus miedos e inseguridades a un lado.
Algunos métodos que podemos utilizar cuando nos encontramos en una situación estresante pueden ser algo tan simple como tomar unas respiraciones profundas, practicar la atención plena o mindfulness, o incluso hacer una pausa para reflexionar. La idea es detenerse, respirar y recalibrar antes de reaccionar.
Aquí añado unas notas de la no Dra. Beatriz González
Al poner en práctica estos pasos, podemos transformar nuestra relación con el estrés. Personalmente, he encontrado útil la planificación anticipada y el triaje. En lugar de preocuparme constantemente por lo que podría salir mal, he comenzado a planificar cómo manejaré los desafíos esperados y además sé distinguir por lo que merece la pena preocuparse y por lo que no. De un tiempo a esta parte, siempre digo que hay que elegir las batallas que luchar, porque de lo contrario no podemos vivir tranquilos y el trabajo nos afecta en lo personal.
Además, cuidar mi salud física ha mejorado mi capacidad para enfrentar el estrés diario. Desde que tengo dos sesiones semanales con un entrenador personal, soy otra persona. No solo porque me encuentro mejor y no me duele la rodilla, la espalda o el cuello, sino porque es una hora en la que no estoy pensando en la reunión que tengo mañana o en la cagada del día anterior, sino que estoy 100% focalizada en hacer bien las repeticiones que Andrés me indica.
Estas técnicas ayudan a pasar del ‘Crazy mode’ en el que improvisas, te agobias y lloras; al ‘Ready mode’ en el que controlas la situación porque te has preparado para ello.
Una última reflexión
El otro día, hablando con Marga, una compi de mi curso de novela que es doctora y durante muchos años fue médico de urgencias, le pregunté cómo afrontaba perder a un paciente, porque eso tenía que ser muy duro. Me dijo que hay momentos en los que sabes que no puedes hacer más. Trabajas, luchas y haces todo lo posible por sacarlos adelante, pero a veces no es posible.
Desde entonces intento aplicar este mantra en mi vida personal también. A veces, la infinidad de listas de cosas que hay hacer nos supera. Recuerda que puedes hacer triaje. No pasa nada si no está perfecto, lo haces lo mejor que puedes 🙂
Obviamente esto no es magia, te seguirás agobiando por mucho que te prepares, pero irá cada vez yendo a menos, son cosas que podemos entrenar. Si Marga, el padre de Javi y la Dra. Long lo hacen teniendo vidas a su cargo, ¡lo nuestro es pan comido!
Si te interesa aprender más sobre cómo manejar el estrés con técnicas respaldadas por expertos, te recomiendo ver el TED Talk de Darria Long.
¡Cuéntame en los comentarios cómo manejas tú el estrés y si has probado alguno de estos métodos!
Y eso es todo por hoy 🙂
Espero que te haya gustado y siéntete libre de comentar y/o compartirlo donde quieras.
Gracias por leerme 🙂
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