Pues ya van más de 4 posts, esto parece serio y todo xD Vaya provecho que le estoy sacando a la rehabilitación jajajaja
El otro día vi en Linkedin una publicación que me dio en qué pensar. Venía a decir algo así como: trabajar más horas no significa producir más, ¡y cuánta razón lleva!
Trabajar ya no es lo que era
Con esto del teletrabajo ha cambiado por completo la forma de trabajar. Cuando iba a la oficina todos los días, algunas veces me quedaba en casa cuando tenía que hacer tareas que requerían concentración. Sin embargo, ahora voy a la oficina cuando tengo reuniones importantes o tareas que requieren de los demás y se hacen mejor en persona.
Antes tardaba una hora en ir y volver de la oficina. Ahora ese tiempo lo aprovecho y nada más salir de la cama ya estoy sentada delante del ordenador.
Y también hacía pausas para ir a la mesa de este o de aquel, bajaba a la calle a por algún tentempié o simplemente iba al baño que estaba en Mordor con alguna compañera y socializaba un rato. Además, estaba sentada con todo mi equipo, por lo que la comunicación era más fluida, pero también las interrupciones o distracciones eran más constantes.
Al final, acababa yéndome de la oficina súper tarde o llegando muy temprano porque es cuando había más tranquilidad y podía trabajar en calma. Esto ha llegado a causar situaciones tensas entre la alarma y yo… Como aquella vez en la que con los brazos en alto grité por toda la oficina “Trabajo aquí, no vengo a robar, TRABAJO AQUÍ”, mientras la alarma pitaba cada vez más fuerte…
Aparte de mi pelea con los sistemas de seguridad, este horario de sol a sol provocaba que todo el mundo me dijera: “Hay que ver Bea la de horas que trabajas. Eres la primera que llega y la última que se va”. Pero lo que no entendían es que me quedaba más tiempo porque no había aprovechado realmente mi jornada laboral.
Más horas no significa rendir más
Siempre he escuchado que en los países nórdicos se ve mal que alguien trabaje horas extra, porque eso quiere decir que no ha estado trabajando de la forma adecuada. Y, aunque no siempre es cierto del todo porque hay momentos en los que el volumen de reuniones o la carga de trabajo es más alta, estoy bastante de acuerdo con esa afirmación.
A lo largo de mi vida he trabajado en diferentes empresas y, en la mayoría de ellas, la presencialidad y el estar sentado en la silla sin moverse eran sinónimos de trabajo duro y productividad. Aunque estuvieras viendo vídeos de gatitos o comprando en Amazon, lo importante es que estuvieras delante del ordenador. ¡Qué absurdo!
Está claro que tenemos que trabajar con otras personas y que debe haber un horario común para poder sacar adelante los proyectos, pero ni todo el mundo tiene la misma capacidad de concentración, ni todo el mundo es igual de productivo a las mismas horas.
Yo, por ejemplo, rindo mucho más por la mañana que por la tarde. Prefiero madrugar mucho que trabajar después de comer porque se me embota la cabeza y no sirvo para nada.
¿De verdad no es más productivo trabajar cuando realmente lo doy todo, que estar calentando una silla sin sacar nada en claro? ¿No es mejor para las empresas pagar a los trabajadores por rendir, que para cumplir un horario?
Nueva forma de trabajar, nuevas reglas del juego
Esto me hace pensar en este vídeo de los “Curris” de la serie Fraggle rock. Aquellos incansables trabajadores de la construcción que cantaban siempre al son de “Sí, señor. Sí, señor”.
Ellos son curris y siempre lo serán. Sus padres lo fueron, sus abuelos también y ellos siguen la tradición sin cambiar o cuestionar nada.
Y el patrón tampoco se pregunta si un curri que trabaja de sol a sol es feliz trabajando tanto, si rendirá menos porque está agotado o si su salud mental se resentirá a causa del estrés y de estar poco tiempo con su familia y amigos…
He visto y comprobado que ya no son aplicables ni las formas de liderazgo de antes, ni las jornadas de trabajo cerradas y kilométricas. En primer lugar, porque no se adaptan a la realidad que estamos viviendo y, en segundo lugar, porque si tú como empresa no te unes al cambio, hay muchas otras que sí lo harán, y allí es donde irán tus trabajadores.
Espero que te haya gustado y siéntete libre de comentar y/o compartirlo donde quieras.
Gracias por leerme 🙂