Hoy te comparto de nuevo una reflexión, en esta ocasión acerca de lo importante que es la comunicación en todas las direcciones y hacer preguntas cuando estamos en un proyecto, del tipo que sea.
¡Hola amebita! Si has ido siguiendo este blog, sabes que me inspiro para escribir en mi experiencia o en cosas que veo y que me hacen pensar. Pues bien, el otro día vi esta imagen en Linkedin:
No es nada nuevo, ya lo había visto antes. Sin embargo, después de haber trabajado con equipos y clientes algunos años, ahora lo veo con otros ojos xD
El elefante que lo cambió todo
Y esta imagen, a su vez, me hizo recordar una sesión de metodología que tuve hace varios meses con un cliente. La sesión era para un proyecto que iba a terminar en mayo y que se está alargando más que un día sin queso (Uso «queso» porque sin el pan yo vivo, pero sin queso no. Ella, cambiando refranes…)
Total, que me enrollo :p Esa sesión la hicimos porque el cliente no estaba acostumbrado a trabajar con metodología ágil y nuestra Scrum Máster les iba explicando en qué consistía.
Llegó un momento en el que nos pidió a todos que dibujáramos un elefante. Yo me quedé loquer y pensé que en el manifiesto agile no se habla de animalejos, pero allá que fuimos.
A simple vista, puedes pensar: “Qué tontería, si todo el mundo sabe cómo es un elefante”.
PUES NO jajajaja
Me explotó la cabeza te lo juro y recordaré ese momento toda mi vida.
Resulta que ninguna de las 5 personas que estábamos en la sesión, habiendo tomado como base algo tan simple y común, dibujó el elefante igual: uno le puso colmillos, otro se lo imaginó rosa, yo le puse cola, otro pelo… FLIPA
Y ahí es donde me di cuenta de lo importante que es hacer preguntas y cuestionarlo todo cuando se está definiendo algo.
Las asunciones son los padres
El cliente sabe lo que quiere y tiene una idea en su cabeza basada en un contexto que desconoces casi en su totalidad. Si a eso le sumas, que tú tienes tu propio contexto y vivencias y el equipo el suyo, si no se definen muy bien los requisitos, estamos jodidísimos: un elefante sin colmillos, ala.
¿Cuántas veces habré tenido esta misma conversación con un cliente? (Bueno, la misma, la misma no, pero ya te haces una idea):
-Cliente: Está muy bien el elefante pero no veo los colmillos.
-Yo: Es que no has especificado que el elefante tuviera que tener colmillos.
-Cliente: Es que los colmillos son súper importantes para nuestro negocio, sin colmillos no podemos salir a producción, hay que añadírselos para mañana.
-Yo: Ya, pero eso es un cambio de alcance porque no estaba en los requisitos iniciales.
-Cliente: Pero es que tú tenías que saber que un elefante lleva colmillos.
-Yo: ¿Y yo cómo lo sé si no lo has especificado?
-Cliente: Es que no lo has preguntado, pero colmillos tiene que llevar.
-Yo: Vale, pero si hacemos los colmillos, tenemos que prescindir de otra cosa porque no llegamos.
-Cliente: No podemos prescindir de nada porque es súper importante que el elefante lo tenga todo y no podemos mover la fecha de entrega ni quitar nada.
Y ahí todos como carajotes, corriendo para ponerle colmillos al elefante y creando una situación tensa que se podía haber ahorrado si ambas partes se hubieran comunicado mejor:
- El cliente debería haber facilitado una definición más detallada del elefante.
- Yo debería haber hecho más preguntas en el momento adecuado.
Qué puedes hacer para evitar el teléfono roto o el drama elefantil
Creo que esto es un poco lo que refleja la imagen del principio:
- Cuando vas a ciegas y te quedas en la superficie sin saber exactamente si lo que estás haciendo es lo que quieren, se pueden cometer errores.
- En la comunicación entre diferentes interlocutores se pierden cosas, por eso es importante involucrar al equipo en las sesiones de definición y/o en refinamientos. De esta forma será más fácil encontrar entre todos preguntas clave que hacer al cliente.
- Es importante no esperar hasta el final para ver el resultado y descubrir si hemos acertado o no. Lo ideal es ir mostrando partes del dibujo para confirmar que vamos por buen camino, así será más fácil rehacer o cambiar algo que si esperamos al final.
Y siempre es crucial preguntar por qué y para qué quiere algo el cliente, ya que la respuesta a estas preguntas son claves a la hora de enfocar todo el proceso.
NO MÁS ELEFANTES SIN COLMILLOS xD
Espero que te haya gustado y siéntete libre de comentar y/o compartirlo donde quieras.
Gracias por leerme 🙂
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